Doctora Queer

Ya sabéis que yo me considero un poco bolliliendre, aunque he de reconocer que últimamente mi contacto con el mundo lésbico está bastante limitado y eso también se nota en el blog, demasiado centrado en lo gay y el mundo marica. ¡Ayudadme compañeras! ¿Será que tengo que salir más por sitios de chicas? ¿Será que tengo que ir una temporada a Valencia –la capital bollera del mundo–? ¿Tengo que visitar más a menudo las webs de chicas? En fin, cualquier sugerencia será bienvenida.

Uno de los comentarios que más ampollas ha levantado entre mis amigas ha sido aquello del súper poder bollo llamado “mimetismo lésbico”. Que conste que lo sacamos de un cómic lésbico escrito por una chica, aunque imagino que esto es algo como lo de que te llamen “marica”: si te lo dice otra marica, vale, pero si te lo dicen desde fuera, como que no. Si os sirve de consuelo, mi novio ha empezado a tener cosquillas y yo ya he aprendido que la PSP es distinta de la PS2: ¡es la play chica! “Dos que duermen en el mismo colchón (si consiguen pegar ojo), se vuelven de la misma opinión”.

En realidad, es mi contacto con el mundo exterior lo que está bastante limitado últimamente. Me he ido una semana a Murcia y por fin he podido encerrarme unos días en la tesis, así que espero que a partir de ahora que las cosas parece que se van encarrilando, el blog vuelva a coger vuelo en cuanto a contenido y puntualidad.

Por tierras levantinas me he enterado de que Marina D’Or organiza un “fiesta gay y lésbica” en sus instalaciones. De piedra me he quedado. No lo mencioné cuando hablé de mis boicots, pero también tengo un boicot a la compra de pisos (entre otras cosas porque no tengo ni un duro). Pero si en algún momento se me ocurriera comprarme un apartamento jamás, jamás lo haría en Marina D’Or. En primer lugar porque son unos pesados que te llaman a cualquier hora a casa para ofrecerte uno de sus horribles pisitos playeros; en segundo lugar porque su publicidad es tremendamente mala, hortera, omnipresente y heterosexista con esas familias “perfectas” de mamá-papá-niño-niña y, en tercer lugar, porque este es uno de los ejemplos más sangrantes –junto a otros como el camachísimo Mundo de Polaris (campos de gol en el secarral murciano)– de pelotazos urbanísticos que destrozan los pocos espacios naturales que quedan por las costas de la península en general y del Levante en particular. ¿Cuándo va a surgir una Plataforma por la Prohibición del Golf? Si hemos conseguido que se prohíba fumar en los espacios comunes para cuidar la salud de todo el mundo ¿Por qué no se hace lo mismo con el golf? ¡NO MÁS GOLF!

De todos modos, lo que me ha dejado flipado de esta convocatoria del fin de semana homosexual en Marina D’Or es que esta gente, peperos de pro con el presidente de la diputación de Castellón Carlos Fabra a la cabeza, que ponen verde a las maricas y a los bollos, que votan y van a volver a votar dentro de dos días contra el matrimonio homosexual, que hacen manifestaciones en contra de que tengamos igualdad de derechos y que nos discriminan con sus comentarios homófobos, ahora resulta que quieren quedarse con nuestro dinero y seguir enriqueciéndose a nuestra costa. No quieren que nos casemos, pero sí llevarse nuestros cuartos y encima haciéndose pasar por “tolerantes” con los gays y las lesbianas. ¡Qué fort!

Hace unos meses estuve con un grupo del colectivo Xente Gai Astur (Xega) en el Parlamento de Asturias y un diputado del Partido Popular se ofreció amablemente a enseñarnos las instalaciones de la institución. El hombre era súper simpático, pero a nuestro anfitrión de Xega le faltó tiempo para preguntarle si iban a retirar el recurso de inconstitucionalidad contra el matrimonio homosexual. El parlamentario enseguida se puso a decirnos que “él” no tenía nada en contra de los gays y lesbianas y que “él” no había puesto el recurso ni estaba a favor del mismo.

Y es que muchos conservadores, e incluso de gente de la iglesia, muestran una actitud individual de tolerancia y respeto hacia la homosexualidad en privado, pero en público e institucionalmente, siguen manteniendo esa actitud de negarnos el pan y la sal. Ojo, que la homofobia no es patrimonio de la derecha: en el PSOE y otros partidos de izquierda también tenemos a algunos como Francisco Vázquez que son tremendamente homófobos. Sin embargo, esa postura hipócrita de aceptación de la homosexualidad de personas concretas, siempre que no se les note demasiado, que lo mantengan en el ámbito de lo privado y, por supuesto, que no pongan en cuestión las estructuras heterosexistas de la sociedad, esa sí que es patrimonio de ellas y ellos, los que siempre que hablan de homosexualidad comienzan diciendo “yo tengo muchos amigos gays…”.

# posted by Doctora Queer @ 10:59 p. m. 4 comments

El nivel intelectual y de elaboración teórica de los argumentos contra los homosexuales es algo que no deja de maravillarme. Imagino que es normal porque a poco que se tengan dos dedos de frente y se haya leído un poquito, la mayoría de la gente llega a la conclusión de que eso de discriminar a alguien por el sexo de las personas con las que se acuesta no tiene mucho sentido. Me encuentro en dosmanzanas a esta abogada homófoba de Navarra cuyas declaraciones no tienen desperdicio:

Paloma Zorilla, la señora en cuestión, se une así a Ana Botella, Nuria Van Der Berghe, Amando de Miguel… en el parnaso homófobo al que tenemos ocasión de asomarnos gracias a internet. En todas las investigaciones se pone de manifiesto que las mujeres suelen ser menos homófobas que los hombres, pero la verdad es que las que lo son, se pasan tres pueblos. Habría que decirles como la drag que habla al principio del video que poníamos hace dos semanas: “¡Prima, t’has pasao tres pueblos!” Como respuesta a Zorilla, me quedo con el comentario de Churru que leí en dosmanzanas y que me tuvo partiéndome de risa un rato largo: “Jo, sí que es antinatural la pobre Paloma. Miope, con el pelo rubio y las cejas más negras que el sobaco de un grillo.” La cosa esta de las maricas de utilizar el humor para capear la injuria...

Seguro que todas habéis escuchado alguna vez hablar del “lobby gay” o aquella otra expresión que a mi me encanta: la “mafia rosa”. Pues nada, parece que los gays y lesbianas somos para los fachas de hoy el equivalente actual de la famosa conspiración judeomasónica del franquismo. En fin, ya sabemos que a estos les encanta meternos el miedo en el cuerpo para luego vendernos aquello de la seguridad. Primero fue “¡los homosexuales van a acabar con la familia!”; y ahora “¡dan una imagen de España de castañuelas y encima lesbianas!” (me viene a la cabeza al escucharlo la parejita que formaron durante un tiempo aquellas dos famosas folklóricas que tuvieron un love affaire bastante obvio y explícito).

Sin embargo lo verdaderamente peligroso es el “lobby homófobo”: ellos y ellas sí que tienen los micrófonos, los altavoces, los periódicos, las páginas web, los púlpitos, los canales de televisión, los colegios privados, el dinero para fletar autobuses y pagar los bocatas que llenen las calles de consignas de odio (homófobo y de otros tipos), los sillones en las instancias judiciales, en las reales academias… y encima nos dicen a nosotros que somos un lobby. Si las encuestas dicen que dos terceras partes de la población están a favor de la igualdad de derechos para gays y lesbianas ¿por qué tienen tanto eco los discursos homófobos? Por que ellos y ellas, los de siempre, tienen copados todos los poderes no democráticos, esos que no se consiguen por las urnas. Lo que mi padre llama “los poderes fácticos”.

Incluso en un periódico que va de progre como “El País”, le dieron dos espacios de opinión a cuatro columnas a Rafael Termes –expresidente de la Asociación Española de la Banca, lo que le daba mucha legitimidad al hablar de estos temas– para que soltara sus argumentos basados en estadísticas falsas contra el matrimonio homosexual. ¿Al “lobby rosa”? Ninguna. Claro que también publicaron dos anuncios contra el matrimonio entre personas del mismo sexo financiados por las iglesias evangélicas y por un grupo desconocido en defensa de la familia. Parece que la poderosísima “mafia rosa” no tuvo ni un duro para pagar un miserable comunicado en la sección de anuncios por palabras y a lo más a lo que pudo llegar es a sacar alguna carta al director. Pero bueno, no se podía esperar mucho de un diario que en su editorial decía que España no estaba preparada para el matrimonio homosexual y que sigue desaconsejando en su libro de estilo utilizar la expresión "violencia de género".

Por fortuna, la mayoría de nosotros y nosotras somos distintos. No caigamos en su espiral de odio y, siguiendo esta campaña que me mostró el otro día Pedro en Maspalomas, si conocemos a algún homófobo u homófoba invitémosles a que se unan a Intolerantes Anónimos para que les ayuden a superar su problema:

Este final es muy de marica de parroquia, pero ahí va:

¡¡¡¡Viva el amor, viva la paz, viva el sexo, viva el respeto!!!!

# posted by Doctora Queer @ 3:01 p. m. 5 comments