domingo, agosto 27, 2006

 

Empezar con sexo



Primero fue Ricardo el que me las presentó y luego Conchi lo hizo posible prestándome todas las temporadas: estoy enganchado a Sexo en Nueva York. De esta serie lo mismo te puedes sacar una idea para casarte contigo misma y hacer una lista de bodas con el fin de recuperar parte de los regalos que has ido haciendo a lo largo de los bodorrios a los que has asistido, que montar una fiesta X&Y para que liguen tus amigos y amigas heteros o identificarte con Samantha porque tus vecinas se quejan de que recibes visitas a las 3 de la madrugada... El creador de la serie, Darren Starr, es homosexual, lo mismo que el padre de Mujeres Desesperadas, Marc Cherry y creo que esto da que pensar, ¿no?

Casi que podría escribir un post con cada uno de los capítulos, porque dan mucho de sí, y aunque tenía una serie de temas en mi lista para escribir esta semana, hay uno que no puedo evitar desde que lo vi en la serie: empezar con sexo. En primer lugar tengo en mente que esta serie está hecha en EEUU, y los gringos tienen todo el rollo de las relaciones de pareja mucho más pautado que por estos lares ibéricos. No sólo es la movida de las pedidas de matrimonio de rodilla y con anillo de compromiso, o aquello de ritualizar el primer "te quiero" como un paso de gigante más en el establecimiento de una relación... es que incluso le dan vueltas a la cuestión de si es conveniente acostarse con una posible nueva pareja en la primera, segunda, tercera o enésima cita.

Yo lo tengo claro: si se puede empezar con sexo, mejor que mejor. Es la manera más adecuada de conocer a una persona de una forma íntima y, a mi entender, bastante más sincera que las palabras. Si hay conexión, enseguida se nota en el sexo ("tu química con mi piel, hacen carga positiva", Paulina Rubio dixit) y, si no la hay, también. Yo hablo por mi experiencia, ya que con las personas con las que he tenido una relación más o menos estable y profunda a lo largo de mi vida, tuve relaciones sexuales practicamente desde el principio. Y cuando conocí a mi novio, estuvo claro desde la primera noche -cuando nuestros cuerpos se exploraron apenas un par de horas después de haber comenzado la primera conversación- que lo nuestro era amor: "la curva de tus labios reescribe la historia" (O. Wilde).



Sin embargo, en mis años de tenaz soltería fui abriendo posibles frentes que insistían en quedar conmigo para tomar cafés, charlar, ir conociéndonos, enamorarnos poco a poco... Al final se apagaba la poca o mucha tensión sexual que podía haber entre los dos para acabar creando una bonita amistad. Mi amigo José desde la
huerta me aconsejó poner en mis ciberperfiles algo así de poco sutil como "¡No tomo cafés!" Al fin y al cabo, ni uno solo de los chicos con los que intenté la vía "conocernos y después follar" acabo ni en pareja ni en polvo. Lo reconozco, probablemente sea porque nunca supe cómo puedes intentar tener el primer roce corporal con una mesa de cafetería de por medio o en qué momento se da el paso para dar el primer beso de tornillo cuando llevas quedando equis veces (para pasear por el retiro, ir al cine o cenar) y siempre te has despedido con un casto roce de mejillas. O quizás sea que aquellos a los que atraía al primer golpe de vista, se percataban de mis pocas posibilidades como partenaire afectivo o siquiera sexual cuando me conocían un poco más.

También hay gente que te dice: "es que todas mis relaciones que han empezado con sexo han acabado mal". Pero a veces conoces a esta gente un poco más y te das cuenta de que probablemente sus relaciones no acabaran mal porque empezaran con sexo, sino porque el sujeto en cuestion era un cuadro a colores digno de figurar en el museo de los horrores de la falta de habilidades sociales o parejiles.

En fin, que la doctora queer os recomienda desde este pequeño rincón del ciberespacio no postergar el placer ni la comunicación con otra persona que se ofrezca a ello, ya que en definitiva el sexo no es más que eso: disfrutar y abrir los canales para conectar.

Comments:
Domingo en Madrid. Paseo matutino con Roko, desayuno continental o brunch en casa con El País delante. Más lectura, algunas llamadas, quizá alguna visita. Comida y siesta en el sofá. Me despierto. Ahora es el turno de EPS, y después, del post de Doctora Queer. ¡Gracias de nuevo por tu post semanal! ¡Y gracias por las recomendaciones de esta semana! Intentaré "disfrutar y abrir los canales para conectar." Besos curativos.
 
YO TAMPOCO TOMO CAFE! O... YO NUNCA TOMÉ CAFÉ...O PARA TOMAR CAFE YA TENGO A MI NOVIO/AMIGAS/MADRE o solo...

Gracias doctora por sus sabios, lubricos y bien ponderados consejos, he intentado seguirlo siempre, ya que la cafeina, ni la manzanilla, ni las mentas poleos me sentaban bien y eso que las tomaba con edulcorantes y a sorbitos.
Añado a su lista de series A DOS METROS BAJO TIERRA y EL HOMBRE Y LA TIERRA, ay lo que me enseñó esta última de lobas, rapaces, buitres y linces.
Pautemos como hacen los gringos (doctora queer dixit), nuestro "YO NO TOMO CAFÉ" y empecemos con sexo, con la mejor y mas sincera forma de conocimiento. Yo tambien hablo con la experiencia en la punta de la lengua: mi relacion con mis dos ultimas parejas empezó con sendas pajas y mamadas públicas en playas paradisiacas (sin ladrillo quiero decir)y en nuestro caso no pasaron ni esas dos horas. Cuanto humo han tragado esas amigas que incautas quedaron para tomar café y acabaron cortando trajes a medida en mesitas de marmol (serían lápidas de cementerio recicladas como en LA COLMENA DE C.J.C)
Enfin, todos hemos conformado un BESTIARIO HUMANO aromatizado por cafe, tabaco o en mi caso por la brisa del mar y el olor de los pinos, que no del azahar de la huerta.
UN SALUDO LISONJERO Y MARRANO DESDE EL MAR MENOR.
 
He de decir que opino lo mismo: "yo tampoco tomo café". Hace años ha, mi persona utilizaba los cibers como medio para conocer gente... quería un novio/sexo e iba directo al grano: "no busco amigos, porque ya tengo, te invito a un café y si surge algo bien, y si no... tu café te lo pagas tu!". Esto es lo que venía a decir cuando chateaba en chueca punto com, y claro, al final, tras muchos cafés, llegué a la conclusión de que esa tampoco era la forma más adecuada de ligar paraq mi... Me espabilé, y "me gustas, te gusto... follamos o qué..." y así me pasó con mi marido, con el que llevo casi 5 años... nos conocimos, nos enrollamos y no follamos la primera noche porque no teníamos dónde, pero claro, al día siguiente, muy hábil por mi parte, le pedí la habitación a la doctora queer... me llevé a mi chulazo nuevo, follamos y follamos repetidas veces y hasta la fecha!

Además nos conocimos en una disco, nada de en la uni, por amigos, o en la parroquia a la que no iba excepto cuando quedaba para buscar a Ignacio a la que está justo debajo de mi casa jejeje!

Pienso lo mismo, qué mejor que el sexo para intimar con alguien... es la puerta de uno mismo, la de atrás o la de delante más arriba, da igual si entras en mi y yo en ti, el caso es entrar y salir... y si la puerta queda abierta, a volver a entrar!

Bueno, me dejo de metáforas.

La Pava!
 
Jajaja...me alegra que se te dinamice tanto el blog, querida Doctora. Sobre todo en un tema como este... Yo, que he vivido contigo el despertar de una etapa sexual el año pasado(uy como suena eso), y por lo que te estoy muy agradecido, estoy de acuerdo en que el sexo primerizo ayuda a enfocar las cosas de otra manera: libera tensiones y desestresa la relacion, por corta o efimera que vaya a ser. Estoy super a favor de los cafés pre-polvo, es decir, los que antes de acabártelos te conducen a la cama porque no son más que una excusa para romper el hielo o para relajar los nervios iniciales. Por experiencia, y como dato curioso además, añadiré que con todas las páginas de contactos que han surgido (bakala,gaydar,gayromeo...), la proliferación de posibilidades se ha disparado... Aun así, estadísticamente sigue siendo mayor el numero de personas que "rechaza" a los salidos en los perfiles, que niegan querer sexo por sexo (cuando ponen paradójicamente que están buscando un polvo) o que se escandalizan si les propones un trio... Con esto quiero decir, y quizá dé para otro post, que VIVA EL SEXO, pero que no vive tanto en la realidad, que seguimos siendo mojigatas, y negándonos el placer instantáneo porque es de "warros", y en serio, sigue costando encontrar un polvo en la red cuando lo buscas...
PD. SEXO, SEGURO!! BESOTES
 
¡¡¡Le dejó su habitación!!! Ya veo, ya. Luego el desgaste de los muebles es debido a otras causas... U otras personas.
PUes yo jamás he recibido vistas a las 3 de la mañana... La decencia es algo con lo que se nace... No como esas guarras de series poco creíbles. ¡Hum!
 
No sé con quién habrás quedado para pasear por el Retiro. Esa no fui yo. Aunque creo que he aportado mi granito de arena a tu reflexión. Recuerdo perfectamente las noches que pasamos juntas hablando y bebiendo (nunca café) y me viene también a la mente aquella noche que nos quitamos las camisetas antes de entrar al cuarto oscuro a sentarnos allí a contemplar como otras practicaban lo que una servidora deseaba con usted. Pero, claro, me respetabas como a una damicela porque me imaginabas casta y pura. Efectivamente, eso fue antes de que mi lengua sorprendiera a la tuya. Pero para entonces ya nos habíamos transformado en hermanas. Cosas que tiene la vida.

A mi primer novio le comí todo lo engullible a las tres horas de conocerle: me fui a vivir con él y con él me quedé tres añitos. Al segundo tardé un mes en llevármelo al huerto, al tercero una semana, al cuarto quince días. Pero al quinto, ya os lo avanzo, me lo pienso trajinar tan pronto como se deje.
 
Yo, doctora, si que tomo café... pero debo reconocer que me gusta tomarlo a la mañana siguiente, siempre y cuando la noche haya sido fructífera, y haya tenido ganas de pasar la barrera del amanecer. Tienes razón, los cuerpos tienen sus propias vías de comunicación, y empezar jugando a ese lenguaje primero, permite saber si hay eso que llaman química, si los dos juegan (jugamos) a lo mismo, y segundo, saber si quieres seguir jugando o no.
Y esto... te lo dice una vasca, que ha vivido demasiados años en el centro neurálgico del conflicto vasco... es decir, el "aquí no hay quién folle".
Un besazo doctora, espero verte pronto!!!
 
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