domingo, octubre 28, 2007
Agresiones
Ayer andaba dándole vueltas a lo qué escribiría hoy en el blog y le comentaba a mis sisters que hay un tema sobre el que me apetecía escribir pero que no quería ser pesado dándole vueltas siempre a lo mismo. Al final Kika, que es muy sabia y está muy trabajada, me dio la clave: “Nena, el blog es tuyo y escribes en él lo que te salga del coño”.
Y es que desde hace meses me fijo inevitablemente en todas las noticias de agresiones de odio que salen en los medios de comunicación o que llegan a mis oídos. Sobre agresiones homófobas ya he podido comprobar que hay muchas más de las que pudiera haber imaginado antes y, por supuesto, muchísimas más de las que salen en los medios de comunicación. Desde este verano hemos tenido noticias de unas cuantas: en el orgullo de Madrid, en Gandía, contra transexuales en Sevilla, en Cádiz, en Vitoria, contra la escritora lesbiana Illy Ness en París, o a un chico y su amigo en la estación de Atocha de Madrid.
Durante esta última semana hemos vivido el impacto de ver las imágenes de este tipo de agresiones contra una chica ecuatoriana. Siendo duras, no es más que una gota en el océano de todas las agresiones que ocurren y aunque el móvil de este ataque sin sentido no sea la homofobia, sino el racismo y la xenofobia, estamos ante un ejemplo más de los llamados crímenes de odio: aquellos en los que te ves expuesto o expuesta a sufrir ataques, injurias y vejaciones por ser simplemente tú.
En este caso se ha puesto también de manifiesto la importancia de tener una ley especial contra los crímenes de odio (que incluya no sólo los ataques por homofobia, sino también por xenofobia, racismo, contra personas sin hogar, contra personas con alguna discapacidad física o psíquica...) y que tipifique directamente cualquier agresión de este tipo como delito y no como falta. Yo, debido a la agresión que sufrí, he vivido en mis carnes la injusticia de la justicia, la indefensión ante un juez o jueza que considera que aunque hayas terminado en el hospital con puntos e inconsciente, eso es una mera falta, la falta de apoyo de las administraciones...
Chapó por la Ministra de Asuntos Exteriores de Ecuador por darle asesoría legal de calidad a esta chica y por el respaldo del Gobierno español que han conseguido que este no sea un caso de faltas sino un delito (esto tiene un montón de implicaciones legales y prácticas con las que no me quiero enrollar pero que se han visto en estos días). Ojalá yo y todas las víctimas de crímenes de odio tuviéramos acceso a ese tipo de apoyo jurídico. Sólo alguna comunidad autónoma tiene algún servicio eficiente para el apoyo a las víctimas de ataque homófobos, básicamente Berdindu en el País Vaco, porque el apoyo legal que recibí yo fue bastante deficiente por no decir nulo.

Pero ¿quienes somos nosotros y nosotras? ¿qué hacemos para evitar que nos sigan agrediendo?
Primero pegaron a las mujeres, pero como yo no era mujer, no me importó.
Después agredieron a las maricas, pero como yo no era marica, tampoco me importó.
Luego patearon a las inmigrantes, pero como yo no era inmigrante tampoco me importó.
Más tarde quemaron a los sin hogar, pero como yo tenía hogar, tampoco me importó.
Después atacaron a las transexuales, pero como yo no era transexual, tampoco me importó.
Ahora vienen a por mí, pero ya es demasiado tarde.(Martín Niemöller revisitado)
El 12 de octubre una amiga de mi novio tenía prisa por llegar a una cita y se encontró con el desfile militar de "la fiesta nacional" en Madrid. Como llegaba tarde masculló en voz alta: "¡Puto desfile!". Inmediatamente comenzaron a increparla las personas que se encontraban alrededor, llamándola "roja de mierda", "zapaterista", "provocadora"... Exaltados por la masa empezaron a empujarla hasta que la tiraron al suelo y comenzaron a darle patadas. Eran personas mayores, "gente de bien", con ropas caras y probablemente oyentes de proclamas de odio desde ondas episcopales. Alguien llamó a la policía sin que nadie evitara que uno de los "señores" agresores de unos sesenta años sacara una navaja y le hiciera un corte en la cara. Ha denunciado, pero el juez de turno ha considerado que lo ocurrido es solo una falta. Y, por supuesto, nadie excepto sus círculos cercanos se ha enterado.
El humor siempre ha sido un arma de defensa de los colectivos perseguidos y discriminados, así que termino esta entrada con un vídeo que comienza con una agresión pero que muestra que el mamarrachismo es universal y también triunfa entre las maricas y trans francesas:
¡Feliz semana!
domingo, octubre 21, 2007
Abdución

Estuve en algunas fiestecillas y eventos previos, pero el macroevento macromanifestivo me lo perdí. Bueno, sólo en parte porque esa tarde, cuando nosecuántos millones de desviadas se apartaban de su camino para desembarcar en Chueca, yo me fui un ratito al Infinitamente huertano y maricón: una fiesta en medio de un páramo en el planeta murciano en el que MM y sus amigas nos invitaron a Paloma y a mí a tomarnos un algo. En relación tamaño, calidad y precio, la Murcia maribollo no tiene parangón. No pudimos quedarnos mucho porque estábamos en camino a la abducción.

A mi vuelta al Madrid agostil –mi Madrid favorito– me encontré con la tesis a medio terminar. Resultado: ENCIERRO TOTAL.
Y ahora, con la tesis casi acabada, en el exilio, sin casa y a la espera de inspiración dominical, la doctora vuelve.