miércoles, mayo 31, 2006

 

Gay Estándar


Se supone que las entradas iban a ser semanales, pero parece que esto de la bitácora engancha... Os paso la web de este evento que quizás os interese:

http://www.salarazzmatazz.com/dancingqueen/

Al margen de que podáis ir a Barcelona a la fiesta (o que estéis ya por allí y queráis asistir) lo interesante es la cancioncilla que suena de fondo cuando abres la página: "Gay Standard" de Vanity Bear. Pon el sonido o bájatela, la letra no tiene desperdicio por dos motivos:

1. Abre el camino al estrellato musical de "Margarita la moderna", aquella señora con ocho hijos que nos ilustraba en la COPE del motivo principal por el cual no se podía aprobar el matrimonio homosexual: "estudié neurociencia cuando hacía psicología y entonces allí nos hablaban de que cuando los animales tienen lesionado unas glándulas que se llaman las amígdalas, empiezan a presentar comportamientos tales como los que hacen los homosexuales: copular por el ano. En donde el ano, al recibir esos espermas, no puede nunca engendrar porque se encuentran con caca." Que conste que ella sólo dijo lo que otros pensaban pero no se atrevían a expresar en público. Por eso ella es famosa y el resto no. ¿Cuándo la invitarán a "En Plan Travesti"?

2. Cuando todas las modernas andan renegando del gayerismo, ahora resulta que lo más cool es ser gay estándar: "Ni oso, ni travesti, ni queer, ni nada... has decidido ser gay estándar. [...] ¡No me adapto al medio ambiente!". Es como mi amigo A., al que le gustan chicas y chicos, pero en vista de todos los problemas que le causaba la cuestión, decidió hacerse "gay" sin más y ahora está feliz con su novio. Y que vivan las identidades fluidas y estratégicas. ¿Se puede ser más queer?


domingo, mayo 28, 2006

 

Bajitofobia


Dícese de la discriminación de las personas bajitas.

Es la bajitofobia una discriminación social totalmente aceptada y normalizada. El ser bajito o bajita es una característica física más, pero desde bien pequeñitos nos enseñan que es peor ser bajo que tener una estatura media y, sobre todo, que ser más alto que la media. Especialmente si eres hombre. También si eres mucho más alto o alta que la generalidad tendrás problemas, pero no es el caso que nos ocupa.

La altura constituye en nuestra sociedad una característica de belleza: las personas altas son, per se, más bellas que las bajas. No hay más que mirar a los requisitos de altura para ser modelo de pasarela. Se critica que ellas representen un modelo inalcanzable de delgadez, pero también son un modelo inalcanzable de altura.

Algunos anuncios de empleo identifican sin ningún pudor la “buena presencia” con la estatura: mujeres más de 1,65m, hombres más de 1,75m. En el caso de la contratación de azafatas y azafatos la justificación es que se necesita una altura mínima para llegar a los maleteros del avión. Pero si una mujer de 1,65 puede llegar a ese compartimento y cerrarlo y abrirlo sin problema, ¿por qué el hombre necesita medir 10 centímetros más para llegar al mismo maletero?


Uno de los problemas de la bajitofobia es que, además, marca a las personas bajas como menos preparadas para ejercer el poder, hacerse respetar u ocupar puestos de responsabilidad. De este modo los asesores de Aznar exigían que en sus debates electorales con Felipe González los dos estuvieran sentados y parapetados detrás de una mesa para disimular la diferencia de altura. Supongo que el ansia de poder le permitió a Aznar pasar por humillaciones de este tipo.


Es fácil escuchar que algunos personajes detestables de la historia son malos-malísimos porque eran bajitos y tenían un complejo que compensar: Hitler, Franco, Napoleón… Y la cuestión es ¿por qué cuando los malos son bajos se destaca esta cualidad física y cuando son altos no se dice nada? En las manifestaciones contra la guerra de Irak mucha gente gritaba sin pudor “¡Aznar, enano, al fondo del pantano!” o “¡Aznar enano: vasallo americano!” y jamás escuché decir “¡Bush, altazo, eres un cabronazo!” Parece que estaría fuera de lugar... Nunca he escuchado tampoco en las manifestaciones republicanas consignas en las que se mencione la altura del Borbón y su prole como causa de su apego a los privilegios de sangre.


¿Está el mundo queer libre de bajitofobia? ¡Por supuesto que no! ¿En cuántos perfiles de internet has visto maricas que busquen explicitamente a chicos bajitos? ¿En cuántos que busquen a altos? Yo he tenido que escuchar muchas veces que la gente no quería tener nada conmigo cuando sabía mi altura (1.66m), mientras que aquellos a los que yo decía amablemente que no me interesaban porque eran demasiado altos para mi, tenían reacciones de descoloque. Y es que, no es por nada, pero a uno no siempre le apetece tener que ponerse de puntillas para dar o recibir un beso.

Una de las miles de cosas que me hicieron enamorarme de mi chico fue cuando, al besarnos por primera vez, él dobló sus rodillas para poner su polla a la altura de la mía y nuestras bocas en el mismo nivel. Y siguió haciéndolo y haciéndolo… Él nunca había estado con gente de menor estatura que la suya, pero afortunadamente no permitió que la bajitofobia nos impidiera conocernos.


Mi novio se mea de la risa cada vez que le cuento que en un baño no llego a los urinarios porque están muy altos o, el colmo, cuando en la casa de un amigo diseñada por su novio arquitecto fui a poner un fax y descubrí que los pies me colgaban al sentarme en la taza del váter. ¡No os podéis imaginar lo difícil que es cagar sin apoyar los pies en el suelo! Arquitectas y decoradores: hay que pensar en todos y poner váteres + meaderos bajos y camas de 2 metros de largo. Así altos y bajos podremos mear en los mismos baños y dormir en las mismas camas sin que nadie tenga problemas.

Mi amigo José dice que si existe la bajitofobia, él entonces es bajitofílico porque le encantan los “llaveritos”. También hay presidentas bajitofílicas, como Ángela Merkel.

Y, ¿qué pasa con los bajitos y bajitas? Pues que al igual que existen las mujeres machistas y la homofobia interiorizada, también corremos el riesgo de interiorizar la bajitofobia y llegar a pensar y sentir que nos gustaría ser más altos porque así tendríamos más prestigio social, ligaríamos más, se nos respetaría más o seríamos mejores personas. Sólo así se puede explicar la noticia que leí hace unas semanas en el “20 minutos” sobre una chica que se había sometido a una dolorosísima operación de estiramiento de huesos para crecer tres centímetros.

Que nadie nos diga que somos menos que los demás por ser como somos: ser bajito o bajita es tan bueno o tan malo como ser alto o tener una estatura media. Ventajas, desventajas… pero ni menos guapos, ni menos poderosos, ni menos respetables ni menos valiosos.



domingo, mayo 21, 2006

 

Osos


Tiempo ha, los osos surgieron como respuesta a la tiranía de los cuerpos que se imponía en los ambientes maricas: músculo, espaldas anchas, juventud, guerra al vello corporal, gimnasio...

Como todo lo alternativo de hoy acaba siendo mainstream mañana (no sé de qué petarda es esta cita tan acertada), al final el osismo se convirtió en una moda: en los antros osunos hay que hacer cola para entrar y muchas osas han acabado siendo las mismas reinas estiradas que un día fueron las musculocas.

Todo esto viene al hilo de las reflexiones de Miss Oso Internacional 2006, Pedro Veral, en la revista Vanity Gay, de la que es portada. Que ya es significativo que un miss oso sea portada de una revista que se llama "vanidad marica"...

En fin, nuestro flamante representante oso nos cuenta en la revista cómo se rebaja el vello corporal con máquina, usa brillantina para su barba, utiliza algún perfume sencillo tipo "Loewe Clásica" o "Loewe Esencia" según la ocasión, aceite Johnson para el cabello... Para cuidar su cuerpo -ya que "los osos podemos ser tan presumidos y cuidarnos tanto como el que más"- Pedro va tres veces o más al gimnasio por semana, se toma unas vitaminillas y unas proteínas para acompañar a su dieta baja en grasa, rica en proteínas y a base de hervidos y alimentos a la plancha. Abajo la fritanga!

En algún momento pensé que el mundo osuno realmente era un espacio donde los cuerpos dejaban de ser un elemento de exclusión entre las maris. Recuerdo un orgullo en el que en la carroza osa lo mismo te encontrabas un tipo enorme luciendo orgulloso michelín, que un larguiducho imberbe, una señora de más de 50 años, una bollo con falda militar, un peludo sin complejos... Yo pensé que esa era la propuesta radical de los osos: lo importante son las personas, no los cuerpos.

Y que conste que yo (peludo como el que más) soy uno de los beneficiados de la moda osa: nunca he ligado tanto como cuando se pusieron de moda los pelos en el pecho! Yo, al igual que Pedro, también me echo mis cremitas. Pero lo del gimnasio, los batidos de proteínas y comer todo hervido me pilla un poco lejos. Me parece genial que nuestro chulazo oso se cuide, que para eso ha ganado un concurso de belleza, pero... no podemos negar que, al igual que los homosexuales reforzamos las diferencias de género poniendo el sexo como elemento base para elegir nuestros partenaires sexuales o amorosos, las osas dan tanta importancia al cuerpo o más como las musculocas, las vigoréxicas o los anoréxicos. Y de eso no hemos podido escaparnos.

Al fin y al cabo el osismo es un movimiento identitario que nos llegó de EEUU y que, como toca, se institucionaliza y comercializa. Pero bueno, por lo menos ha conseguido ofrecer un poco de variedad en el panorama de la belleza marica y romper con la monotonía de marimonas, fashion clones y fibradetes.

Escucho que las travestis son la nueva frontera alternativa en el ambiente. Ojalá consigan acabar con la plumofobia que campa a sus anchas por los mundos reales y virtuales de sarasalandia.

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